De la ira a la calma: entiende y gestiona tus emociones

Nuestras emociones son reacciones que tiene nuestra mente y cuerpo ante situaciones que se presentan en el día a día, y no son ni buenas, ni malas, son naturales y esenciales sentirlas, el riesgo está cuando evitamos sentirlas o buscamos reprimirlas, pues, aunque suene paradójico, entre más las forcemos a irse, más fuerte permanece.
Nuestro grupo de psicología del área de Gestión Humana de la Clínica nos habló la función que representa cada emoción en el organismo y por qué es importante dejarlas transitar.
Alegría: nos permite conectar como seres humanos, aumenta nuestro bienestar y fortalece nuestras relaciones sociales.
Rabia: nos permite identificar nuestros límites, aquello que no queremos que los demás traspasen. Esta emoción nos ayuda a defendernos ante el mundo.
Miedo: nos permite tomar acción ante la incertidumbre del futuro, nos ayuda a prevenir errores o situaciones que salgan mal. Sin esta emoción no podríamos sobrevivir a los peligros.
Tristeza: nos permite hacer cambios significativos en nuestra vida y salir de las zonas donde nos sentimos muy incómodos. La tristeza es el motor del cambio.
Ansiedad: nos permite ver posibles riesgos que pueden pasar desapercibidos, nos vuelve proactivos.
Y si todas son necesarias, ¿Por qué parecen ser un peligro en algunas oportunidades?, nuestros psicólogos afirman que es porque no logramos regularlas, perdemos de vista la razón por la cual están allí y las descargamos de formas hirientes para las demás personas o para nosotros mismos, es por esto que te compartimos algunas estrategias, que funcionan para regular lo que sentimos y expresarlo de la mejor manera.
Respiración consiente
Aunque no parezca, calmar el cuerpo nos ayuda a calmar la mente, pues estos están íntimamente conectados. Cuando sientas una emoción muy incómoda y muy invasiva, intenta lo siguiente, solo te tomará un minuto:
- Puedes ponerte una mano en el pecho y la otra en el estómago. La mano ubicada en el pecho no debe moverse, mientras que la que se encuentra en el estómago debe sentir el movimiento de este al respirar.
- Inhala por la nariz de 3 a 5 segundos o hasta cuando te sientas cómodo. Permite que el estómago suba conforme al aire entra a tus pulmones.
- Exhala por la boca, tanto como te sientas cómodo. Permite que tu estómago baje conforme al aire sale de tus pulmones.
- Repite cada paso hasta que tu cuerpo se sienta relajado.
- Ten en cuenta: concéntrate en la exhalación para una mayor relajación. No aguantes la respiración. Usa un reloj con segundero para llevar la cuenta de tu respiración. Si te sientes mareado regresa a tu respiración normal.
Con este ejercicio la emoción no desaparecerá, pero sí bajará su intensidad al punto de que puedas pensar con mayor claridad.
Pensamiento productivo
Identifica la causa del problema o de la situación que generó la emoción que estás sintiendo y piensa en las posibles soluciones que le puedes dar.
Si es algo que está en tu control, como corregir un error, pedir una disculpa, hacer una llamada, enviar un correo, etc., hazlo en ese momento; aplazar esta acción hará que la emoción que tienes aumente.
Por el contrario, si lo que genera la emoción es algo que se sale de tu control (un comportamiento de otra persona, un error que no podías prever, un cambio o una pérdida) deja transitar la emoción sin culpa, cambiando los pensamientos de exigencia, como "debí haberlo visto", "dejé que me lastimaran", por pensamientos de comprensión, "no pude haberlo evitado", "seguiré confiando, pero me protegeré más una próxima vez", etc.
Aunque parezca un paso muy pequeño, cambiar nuestros pensamientos en el día a día influirá drásticamente en el manejo que le damos a nuestras emociones. Recuerda que ellas te acompañarán toda tu vida, y depende de ti trabajar en conocerlas, regularlas y usarlas en pro de tu bienestar.
En la Clínica Imbanaco contamos con especialistas en psicología y psiquiatría dispuestos a atender las diferentes patologías que puedan presentar los pacientes, así mismo nuestras instalaciones y tecnología de nuestros equipos médicos de alta tecnología dan seguridad en la atención. En la Clínica Imbanaco preservamos la salud y la vida.
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