El estudio anatomopatológico o citológico debe ser realizado en cualquier muestra de tejido o líquido obtenido del paciente, de manera posterior a la realización de cualquier procedimiento por parte de alguna especialidad médico-quirúrgica (Cirugía, Ginecología, Ortopedia, Dermatología, Oftalmología, Urología, Neurocirugía, Otorrinolaringología, entre otras) y subespecialidades que realizan procedimientos o que requieren establecer un diagnóstico etiológico por medio de interconsultas al servicio de Anatomía Patológica.