Osteoporosis, la fragilidad de los huesos

Osteoporosis, la fragilidad de los huesos

La perdida de densidad ósea es la característica principal de la osteoporosis, una afectación de la parte interna del hueso que hace que este se vuelva más frágil. Quienes la padecen son más susceptibles a sufrir fracturas.

La osteoporosis no genera síntomas específicos en los pacientes que la padecen. Se diagnóstica en general con una densitometría ósea, complementando la evaluación con algunos exámenes de laboratorio.

En muchos casos la primera manifestación puede ser la presencia de una fractura. A estas fracturas se les llama ‘fracturas por fragilidad’, las cuales se presentan más frecuente en el adulto mayor.

En general, afecta a hombres y mujeres, pero estas últimas son más propensas a padecerla desde más temprana edad debido a los cambios hormonales que sufren al llegar a la menopausia. Es normal que todos los seres humanos tengamos pérdida de la densidad ósea con el pasar de los años y por tanto, podemos pensar que en mayor o menor grado, todos seremos osteoporóticos en algún momento de nuestra vida, expresó el doctor Julio César Palacio, ortopedista y traumatólogo de nuestra Clínica Imbanaco.

Existen patologías específicas y algunos medicamentos que pueden llevar a los pacientes que las padecen o que los toman a cuadros de osteoporosis tempranas en la vida.

La Organización Mundial de la Salud define como adulto mayor a todos aquellos que tienen 65 años o más. En Clínica Imbanaco existe un programa multi e interdisciplinario para el manejo del adulto mayor fracturado brindándole una atención integral de calidad y que evalúa todos los aspectos clínicos para evitar el riesgo de nuevas fracturas ya que estos pacientes tienen una posibilidad muy alta de una nueva fractura si no se hace una intervención médica de forma apropiada.

Sin embargo, como lo explicó el doctor Palacio, existen factores que ayudan a prevenir la aparición temprana de la osteoporosis y a tener huesos sanos:

  1. Tener una alimentación muy saludable y balanceada. Consumir proteína animal y/o vegetal, verduras, vegetales, frutos secos, etc.
  2. Mantener un régimen de ejercicio frecuente. La actividad física fortalece los huesos.
  3. Recibir sol. La vitamina D es importante para la absorción del calcio y se sintetiza en la piel a través de los rayos solares.
  4. Evitar fumar, así como la ingesta excesiva de licor y bebidas oscuras.
  5. Mayor ingesta de calcio a través de alimentos que los contengan, como las legumbres, los frutos secos, los pescados, los mariscos, verduras y hortalizas.