El cáncer puede ser esperanzador
21 de febrero de 2021

El cáncer puede ser esperanzador

Recibir un diagnóstico de cáncer es devastador y no solo por lo que en realidad implica la enfermedad sino porque también, en gran parte existen muchos mitos alrededor de ella y la mayoría asociados a desenlaces poco alentadores. Casi podríamos decir que tras recibir el diagnóstico de esta enfermedad se generan no solo un sinnúmero de temores y dudas sino también negación y los típicos cuestionamientos ¿por qué a mí, por qué a mi familia?¿qué he hecho para merecer esto? Esos reproches se trasladan a la consulta donde se espera que el especialista además del tratamiento médico logre dar las explicaciones que ayuden a entender lo inentendible.

Tal como lo afirma la Dra. Marcela Urrrego, líder de la especialidad de Oncología de la Clínica Imbanaco "Esas son preguntas difíciles de responder en ese momento. La verdad es que la enfermedad se debe desmitificar, el cáncer como le suelo decir a mis pacientes es básicamente una condición en salud que se parece a muchas otras, solo que en esta, queremos tener la palabra curabilidad por delante. Yo les aconsejo que miren la enfermedad como una nueva oportunidad de vida, cuando una persona se diagnostica con cáncer lo que debe hacer es valorar más su vida y aprovechar cada momento porque con cáncer o sin él solemos ser trágicos. Nosotros los médicos estamos en la labor de controlar muchas situaciones y una de ellas es el cáncer"

Y es que es válido que aparezcan el miedo, la incertidumbre y la tristeza, lo que no nos podemos permitir es perder la batalla antes de haberla iniciado. A través de los años se han asociado las fuertes cargas emocionales -altos niveles de estrés, ansiedad, tristeza profunda, duelos no resueltos, odios, ira, entre otras- como factores predisponentes para la aparición del cáncer y hasta el momento, a pesar de los múltiples estudios realizados, sobre todo en el área de la psiquiatría que proporciona cada vez más explicaciones fisiológicas y patológicas que pueden llegar a justificar en parte la transformación celular por inflamación crónica por estrés, resulta ser uno de los tantos mitos que existen. Pero en lo que sí insiste Urrego, es en que ese componente emocional, juega un papel importante en el entendimiento de la enfermedad "El miedo lo sentiríamos todos si tuviéramos el diagnóstico, pero igual si tú tienes una enfermedad cardíaca severa o una enfermedad crónica, el tema de sufrimiento y de muerte está ahí. Lo que pasa es que el cáncer en películas, en la historia, se ha mitificado como una enfermedad donde yo necesariamente voy a morir y eso no es así. Tal vez es la enfermedad que más te debe enseñar a vivir, si le das la vuelta a esa situación donde eventualmente tu fragilidad y tu existencia se ven comprometidas" Agrega la oncóloga.

La familia juega un papel preponderante en el desarrollo y tratamiento de la enfermedad, pues de ese acompañamiento y del fortalecimiento de la dinámica familiar, dependerá no solo el buen ánimo del paciente sino también las garantías de un buen ambiente para que haya adherencia al tratamiento, así como también un mejor entendimiento de la condición y de los cambios que como "coequiperos" deben hacer, eso sí, sin hacer de la enfermedad el punto central de sus vidas, pues es importante que la persona no se abandone en su enfermedad, pero así mismo, que la familia no esté supeditada a vivir en función del cáncer.

Cuando hay un diagnóstico de cáncer lo primero es informarse de la enfermedad y hacerlo de primera mano, por eso es importante que en la consulta, tanto el paciente como sus familiares hagan todas las preguntas que necesitan satisfacer, conocer su caso, seguir las recomendaciones del especialista y poner todo de su parte para superar la enfermedad, pero sobre todo entender que este diagnóstico no marca el final.