Diferencias entre los rayos UVA y UVB

La luz proveniente del sol que recibimos está conformada por un 40% de luz visible, 50% infrarroja y 10% ultravioleta. La luz visible y la infrarroja son generalmente inocuas para el hombre.
La LUV tiene efectos benéficos como producción de vitamina D, efecto antidepresivo, y es de resaltar su importancia en la fotosíntesis.
La LUV según el rango de longitud de onda se divide en: LUV-A (400-315 nm), LUV-B (315-280 nm), LUV-C (280-100 nm).
La LUVA puede causar daño directo e indirecto sobre la piel, el daño indirecto consiste en crear radicales libres, moléculas muy reactivas que producen una serie de cambios que al final también dañan al ADN y predisponen al desarrollo de cáncer de piel. El poder de penetración de esta luz es tan profundo que no produce quemaduras.
La LUV-B y la LUV-C penetran las capas más superficiales de la piel, haciendo evidente su daño por la formación de un proceso inflamatorio conocido como eritema o enrojecimiento, y la muerte de las células por la quemadura solar es la que da origen al bronceado.
La LUV-C es la más dañina, pero afortunadamente la capa de ozono alcanza a impedir que llegue al planeta. Aun así, se puede producir artificialmente mediante lámparas especiales para emplearla en la esterilización pues es altamente bactericida y viricida, útil en estos momentos de pandemia.