Es una herramienta de gran utilidad para confirmar el diagnóstico de muerte cerebral de manera temprana, lo cual, con las decisiones asociadas, puede reducir costos en la Unidad de Cuidados Intensivos, e igualmente para la activación precoz de equipos de trasplante de órganos. La confirmación de manera objetiva con este examen, permitirá a la familia tener la certeza de la muerte cerebral del paciente, sin generar falsas expectativas, de manera que puedan afrontar las decisiones que deban tomar con la información apropiada y objetiva.

La literatura mundial también reporta que el 30% de los pacientes con epilepsia, llegan a ser refractarios al tratamiento convencional y posibles candidatos a procedimientos quirúrgicos.

Se espera en 2016, 22.072 casos de pacientes con epilepsia refractaria, que a 2020 se proyecta que asciendan a 23.347, lo cual representan un grave problema social por el efecto sobre la calidad de vida y un costo muy alto para el sistema de salud, como veremos más adelante.

Frente a la realidad evidente de un gran número de pacientes, un manejo inadecuado con fraccionamiento de los servicios, falencias en el diagnóstico específico y carencia de un enfoque integral en la atención del paciente con epilepsia, como lo ordena la Ley, se ha desarrollado la Unidad de Monitoreo de Epilepsia de la Clínica Imbanaco, con los más altos estándares de atención de estos pacientes, orientada a establecer diagnósticos confiables y seguros de acuerdo a los estándares mundiales, para la detección y orientación adecuada del tratamiento del paciente epiléptico, siguiendo los lineamientos internacionales, contando con tecnología de punta y personal especializado en epilepsia, con estudios en reconocidos centros internacionales de atención de esta enfermedad.