• Asegurar el diagnóstico oportuno de los pacientes que ingresan con ACV.
  • Brindar un manejo oportuno a los pacientes con ACV isquémico que ingresan con indicación de terapia trombolítica.
  • Disminuir los riesgos y complicaciones del paciente con ACV hasta donde sea posible.
  • Mejorar la calidad de vida y que el paciente logre la mayor funcionalidad posible a pesar del ACV.